FRANCHO BARÓN - Río de Janeiro – 11/06/2009
Los trabajos de recuperación de cuerpos en pleno Atlántico continúan su curso, en un goteo incesante de cadáveres que van apareciendo, mientras la investigación sobre las causas del accidente del avión de Air France, que se precipitó al océano con 228 personas a bordo el pasado 1 de junio, parecen haber encallado. El submarino nuclear francés Émeraude empezó ayer a buscar la caja negra del vuelo AF447, clave para determinar las causas del accidente. El coste para las aseguradoras del accidente puede ser el mayor desde los atentados del 11-S, según la agencia Bloomberg. Las familias tienen derecho a recibir al menos 150.000 dólares por pasajero.
Los trabajos de recuperación de cuerpos en pleno Atlántico continúan su curso, en un goteo incesante de cadáveres que van apareciendo, mientras la investigación sobre las causas del accidente del avión de Air France, que se precipitó al océano con 228 personas a bordo el pasado 1 de junio, parecen haber encallado. El submarino nuclear francés Émeraude empezó ayer a buscar la caja negra del vuelo AF447, clave para determinar las causas del accidente. El coste para las aseguradoras del accidente puede ser el mayor desde los atentados del 11-S, según la agencia Bloomberg. Las familias tienen derecho a recibir al menos 150.000 dólares por pasajero.
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